El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, ensalzó, durante el acto de entrega oficial de los títulos a los notarios de la última promoción celebrado la semana pasada, la función notarial como "símbolo de confianza y certeza", un objetivo ineludible para el que se necesita "creer en la predictibilidad y previsibilidad de los actos" que se consuman en escritura pública.
Un total de 874 licenciados en Derecho se presentaron a las últimas oposiciones a notarías, que finalizaron en enero y que han sido superadas por 42 mujeres y 49 hombres.
El presidente del Consejo General del Notariado, Javier Guerrero, también se refirió al "indispensable control de legalidad" que debe regir el ejercicio profesional de notario para consignar "las relaciones jurídicas ciertas y fiables" y que requerirán "los ciudadanos que acudan a buscar vuestro asesoramiento y ministerio".
Javier Guerrero trasladó su enhorabuena a los nuevos notarios, a quienes felicitó por el "esfuerzo, la constancia y la dedicación" que resultan "imprescindibles para llegar a este momento". Unas palabras que hizo extensibles a sus familias y allegados.
El presidente del notariado destacó dos principios rectores que deben presidir la labor profesional de los 91 nuevos notarios. De un lado, la excelencia científica, que han demostrado "con la superación de las oposiciones", y el arraigo, un desafío que obliga a "incardinar" sus actuaciones "con las demandas de efectividad" que la sociedad les va a requerir.
Guerrero animó a los nuevos notarios a "ejercer con satisfacción una función maravillosa" que exige asesorar a los clientes "en algunos de los momentos más importantes de sus vida". Para ello, precisó Guerrero, resulta "indispensable" la aplicación constante del control de legalidad para formalizar "relaciones jurídicas ciertas y fiables".
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