Es de una ingenuidad eminente, o de pánfilo cristiano -cristiano y cretino derivan y tienen la misma raíz- pensar que el colonialismo español en Canarias no está basado, más que en la mansedumbre de los aleccionados (asimilados) -que nunca fueron mansos-, en la corrupción. No habría colonialismo sin corrupción, quiero decir que sin corrupción, el dominio colonial español no se sostendría.
Interesa Europa en la medida en que “la vaca da leche”, si la vaca no diera leche, la independencia política vendría por añadidura a la sequía. Desde la adolescencia más precoz me aleccionaron al respecto: “No te fíes, Mano, que el Gobierno, los gobiernos, la Administración, las administraciones, tienen su base en la corrupción” -me decía. “A este expediente hay que echarle peso”, le dijo el secretario del Ayuntamiento de Yaiza. Y ese “echarle peso” significaba que mi padre, de Bendita memoria, debía llamar a Bruselas, a Peter Van Daelle, el de la Cía. PLACASA-PLALAFUSA-PLALANSA, para que le enviara un Rolex -lo del Rolex de “la Pelúa”, como se conoce vulgarmente a María Isabel Déniz, alias “La Trincona” -hoy pedagoga de la Policía Canaria (agárrense los bolsillos), no es nada nuevo- que luego iba sobre el expediente, y así el pleito no llegaba al Juzgado, y era menos complejo desfacer cualquier entuerto. Ese era el precio que había que pagar para que el funcionario corrupto de turno no diera trámite al expediente calificador de terrenos, estábamos a principios de los años 70. Tampoco era fácil cuando entonces construir un hotel en la Isla. Sólo los socios y familia asociados a la Cía. del por entonces presidente del Cabildo podía hacerlo -Off the record, off course-. De ahí el Gran Hotel o el Hotel Lancelot, también La Santa, que hubo peticiones previas para que se levantara un hotel en Arrecife pero no fueron atendidas, por falta de “precio”…hablo de PROTUCASA, La Caja y dos huevos duros que diría el personaje marxiano…
Cuando el Gran Hotel, el universal artista protestó: “qué locura, qué monstruosidad“, el ingeniero cuando entonces de esa obra era Fiestas Coll, de inmediato se le encargó al susodicho artista universal la lámpara del hall, que costó un millón de pesetas hace tanto, que era mucho, y la protesta inicial quedó silente, solucionado el problema, nunca mejor dicho, en líquido… algo parecido debió hacer Honorio García Bravo con el mismo cuando el escándalo del Apartahotel Fariones… los cuadros de su salón principal son “preciosos”…
Había habido igualmente trasunto con el Hotel Fariones, muchos años antes, y entonces aparecieron los mástiles y las nasas en el cielo de su jardín, una maravilla, preciosos…
No les cuento cómo el presidente Enrique Pérez solucionó la deuda al fisco del universal… comprando El Almacén a un precio de VISA, quiero decir, de risa, con acuerdo plenario de todos, por supuesto, el mismo precio que le exigía la primera administración socialista luego del antiguo régimen, que para eso él y el otro, no sé si Lola Flores también, que cayó cuando entonces, habían ido voluntarios a la guerra en el bando falangista y siempre fueron del régimen hasta que cambió el régimen.
Algunos, los más simples, creen que Dimas Martín inventó la venta en multipropiedad, o la propiedad en multiventas, cuando Los Cocoteros… no seamos ingenuos, eso está en el código genético insular, desde que en el segundo cuarto del siglo XV Mateo de Beténcourt vendiera los derechos sobre las Islas primero a castellanos y luego a portugueses, y escaparon del engaño los franceses de manganilla, y el dicho Mateo, Mathieu o Maciot, como quieran, llenó la isla de bastardos y se mandó a mudar a Madeira, que Henrique el Navegante le dio finca más arriba a cambio de aquel novísimo timesharing.
En mi Isla casi todo es precioso… “maravilloso”, que dice el chiste del conejo de la gitana.
Antes de todo aquello un guardia civil mató de unas patadas a una prostituta preñada en La Rapadura, la enterraron más allá, …para algunos el precio estaba en el uniforme bien meritorio.
Aquí y acullá es lo mismo, pasa lo mismo.
Algunos, infantiles que somos, nos hemos escandalizado con las operaciones político-policiales de el Caso Unión y las que le siguieron… a mi me escandalizaron, y créanme que no me da ninguna pena de ellos, los detenidos in fraganti, ni los estimo ni mucho menos admiro, y es un abuso imperdonable que se use a la Administración para el enriquecimiento personal ilegítimo. El robo es algo detestable, máxime cuando se roba a pobres, pero lamentablemente tengo la certeza de que ese show, que realmente fue espectacular, es sólo un chilasco menor del gran envite, apenas un fisco. Y pienso en Muammar El Khadafi, que a los corruptos de su administración libia los colgaba de una farola en Trípoli, les ponía un marco (frame), que dice la expresión en inglés. Los independentistas que conozco a esos corruptos nuestros también los colgarían, impíamente, sin duda alguna, a la manera del inicio del filme La Batalla de Árgel, que a tiros los liquidan, eso sí, una vez advertidos de sus prácticas e instados a su cese. Estoy con el llorado Hassan II cuando dijo que la peor corrupción es la que afecta a los más pobres, a la viuda y al huérfano, y es la primera que hay que combatir.
La historia entera de Canarias, en minúscula, para no escandalizar a los infantes ni que se confunda con la historia mayúscula, desde el siglo XIV en adelante, no ha sido más que piratería y corrupción. Cuando recientemente inauguraron un museo en Teguise dedicado a la piratería casi no salgo de mi asombro, aparte de que es un simulacro de museo -ideado por algún cuasi ignoto profesor universitario, que sus sueldos son miserables y necesitan de estas cosas para suplementar, implementar su salario-, museo al que nunca asistió musa alguna ni conserva nada que pueda mostrarse de valía, salvo el valor que supone haber desmontado el del Emigrante, para deslocalizarlo hacia el País de Nunca Jamás, allí lo que debiera estar es la historia curricular de la familia Herrera-Peraza, o la de la familia Spínola, que al antepasado colgaron los ingleses en el Caribe, por pirata, y es que los ingleses y caribeños, a nuestro lado, respecto a piratería y bucanerismo son niños chicos… quejarse de Drake (que saqueó los barcos españoles en nuestros mares), Van der Does (que incendió Las Palmas de Gran Canaria), o del protestante francés Pata de Palo (François Leclerc, alias Jambe de Bois, que atacó Santa Cruz de La Palma) es no conocer la historia de la economía de este Archipiélago desde el siglo supradicho. Morato Arraez (que arrasó Lanzarote, incendió La Villa y secuestró y esclavizó a más de medio millar de lanzaroteños) no hizo más que compensar con la misma vara las prácticas piráticas y corsas de los nuestros en Berbería. Y la familia del señor feudal de Lanzarote hizo pagar el ataque a la “viuda” del recaudador de impuestos, también secuestrado en Argel, que los despojó, a viuda y niños… hay que leer los viejos legajos del Archivo de Teguise para saber de qué hablamos. Apresamientos, desvalijamientos de buques portugueses, franceses, ingleses, asaltos a las tierras del Mar Menor, La Mar Pequeña, esa que nos intima con Marruecos, captura de esclavos, conversiones forzosas, asaltos a las Islas, y previo a todo eso, engaños a inocentes, a lo Martin de Berneval en la Gran Aldea, luego dicha Teguise, que tendió celada y encerrona a los canarios allá por 1402, asistido por la nave castellana Tajamar. Venta de esclavos en Europa… Y la Corona española, que cuando pleitea en la Isla, contra isleños, es porque no ha recibido el quinto, la parte que le toca en el botín por el apresamiento.
Cuando seguí, con el asombro ya dicho, la acción del juez de moda, pensé que al Excmo. Sr. Don Cuatropanes, que así le dicen en el campo, no le quedaba nada… No era nada lo del ojo y lo llevaba en la mano. Cuando leo en las guías de viaje que determinado pueblo europeo es “astuto”, me río, pensando que los más astutos de ellos se radicaron en nuestras Islas. Lo deseable sería un mejor futuro, eso es lo que debe prometer un buen político, mientras se agencia una fortuna en su glorioso presente, que de eso se trata en su vida.
Para casi acabar, y no aburrir, actualizando la cosa nuestra, digamos que hoy día, desde hace casi dos décadas, como antaño pero mucho más “democráticamente”, la base de la corrupción está en el funcionariado.
El funcionariado en las Islas, y en la nuestra en particular, es lo que hace que se sostenga el sistema tal y como está diseñado. Y no por la comisión, siempre ilegítima en su caso, o la “mordida”, sino por el salario que percibe, por la cara, que es dura como suela de zapato. Conste que hay muchos honestos, ganadas sus oposiciones por mérito, en concurso público, y sin artimañas rastreras, pero son los menos, muy desgraciadamente. Ahora, una prepara el pliego condicional de otras, también pretendidamente amañadas… no te preocupes, pelo “enrizado”…que no te toca hoy, ya te tocará cuando hable de la Escuela de Turismo de Tahiche… que no habrá gasolina para ponerte como una moto…
El porcentaje de los funcionarios respecto al resto de trabajadores en la colonia se dispara, de poco más de 200 en la administración local/insular hemos sobrepasado con mucho los 2.500, en sólo 20 años. Antes era la manera de mantener la lealtad a España de la élite insular, su recluta se ceñía a los hijos de esa élite. La expansión de esa clase a las capas populares/rurales fue el mayor logro del Partido de Independientes de Lanzarote, PIL, con la inestimable ayuda socialista insular, claro. Se trataba de expandir la recluta a los hijos de los pobres, a los que se les había mantenido ajenos a la Administración secularmente, que es de donde emanan las deseadas prebendas y canonjías.
La recluta se hizo y se hace de manera digitocrática y selectiva, sin, desde luego, atender al mérito, sino sólo al origen y cercanía. Una vez dentro de la Administración, transcurridos tres años silentes, muy discretos, se pasa a formar parte de la misma de manera “fija”, son los funcionarios eventuales fijos, y fijos para siempre gracias a la inestimable labor de los sindicatos, de izquierda, por supuesto, que transmitirán a los suyos el “logro” como conquistas irrenunciables de la clase trabajadora: INALSA, Centros Turísticos, Cabildo y los siete Ayuntamientos. Luego se convocan “oposiciones restringidas”, más trucadas que fichas de trilero y falsas como moneda de chocolate, que permitirán legitimar hasta la jubilación, si anticipada, mejor, el abuso. La hipertrofia de la Administración en la Isla, que la convierte en el ya conocido “niño de Biafra”: estructura ósea débil y vientre patológimente hinchado (cien jardineros, asistentes o porteros, peones o administrativos por cada licenciado o ingeniero), no sólo garantiza esa lealtad al Estado Español, que se defenderá a ultranza para que no cambie la cosa, sino que supone réditos económicos familiares que de otra manera serían imposibles de obtener, y de esa manera expande los réditos del costo del coloniaje -lo que permite que un indocumentado conduzca un BMW y viva en un chalet más propio de un ingeniero alemán que de un bachiller de Soo-, sin aparentemente coste social alguno. La recluta de la hija del amigo Jesús Machín es el penúltimo ejemplo, que para eso sirven partidos y coaliciones, y no me parece ni bien ni mal, es lo normal, en el sentido estadístico, “el valor más común“. Por lo menos Suso paga la gasolina del coche de rally que conduce…
Antes del régimen borbónico ese precio lo pagaba Madrid, que lo obtenía directamente del monopolio de sus empresas y su soberanía sobre el Archipiélago, estamos hablando de millones de visitantes turistas, y de cosas como las aerolíneas IBERIA, que en puridad era una retroalimentación que garantizaba su soberanía, sin que tuviese que ser ya impuesta a golpe de bayoneta, por la adhesión incondicional y patriotera de la clase dominante, ahora, en estos tiempos, transferido su coste a la Administración “autonómica”, que no autónoma, se empieza a percibir la insostenibilidad del sistema porque el coste recae en los menos, que son los que trabajan ofertando su fuerza de trabajo y capacidades en el libre mercado, vía impuestos, más indirectos que directos, y que son cada día más conscientes de lo superfluo de esas clases abiertamente pasivas, o sea que el coste de la corrupción recae ahora en los canarios no privilegiados en la recluta administrativa, lo que sí es nuevo.
Y resulta paradójico que la principal queja provenga de los nuevos colonos españoles, que en el fondo no sabían de qué se trataba, ni saben que ellos están aquí gracias a eso mismo que detestan, o de los mismos funcionarios otrora enchufados, que luego de su primera experiencia sodomita parece que no les cabe el pelo de una gamba... Y es ese mantenimiento institucional de esas clases pasivas, del todo disfuncionales en la burocracia, lo que permite que “casi” no pase nada. Al respecto, el presidente Paulino Rivero -un malcriado, vulgar y esquivo- sabe de eso tanto como Inés Rojas de León, la de voz engolada y mérito curricular underground, o sea, nada.
Cuando el arrumbamiento del PIL en las últimas elecciones, créanme que no me cogió por sorpresa ( bueno, más que arrumbamiento, precipitación al vacío), lo sabía antes del día de las votaciones por indicios evidentes, pues la financiación de los financieros electorales había sido nula, no aportaron nada o casi nada, salvo migajas… todo el grueso de ellos, y su simpatía, había pasado a Coalición Canaria, que también son los nuestros… que todo cambie para que nada cambie. ¿Quién quiere la Independencia? Casi nadie. En el chiquero, pudridero de talentos que dijo otro, se está de maravilla. Como cochinos hartos de tomates en cualquier barranco del sur de Gran Canaria, embostados. Y es que arriar la bandera de la calavera cruzada por dos tibias para izar la estrellada republicana y acabar con el bananerismo secular es tarea ingrata a peritos en bajeza y crueldad. Y a ser felices, que vienen los sangineles, y no va por usted, admirado presidente de nuestro Cabildo, sino por todos los que han sido, son y serán, que muy probablemente don Pedro San Ginés sea una excepción. Dicho todo “sin acritud“, que dijera un presidente de gobierno español. Y sin embargo, de otra parte, y siempre, incondicionalmente amamos a nuestras Islas Canarias, como el pirata a su navío, así somos.
¿Quiere esto decir que la Independencia garantizaría un menor nivel de corrupción? No lo sé, pero muchos corruptos, los que escaparan, saldrían al exilio, eso seguro, luego de las primeras 48 horas y la suspensión de derechos y libertades, y desde luego, no se gozaría del amparo legal e institucional que supone todo este latrocinio. Y yo mismo me refugiaría en las Spitzberg o en las Kerguelen, para no dar más pistas, a la espera de que pasara la tormenta, no sea que en un totum revolutum me dieran el paseo de madrugada…
Y es que la cosa nostra siempre estuvo muy confusa, ayer mismo, sin ir más lejos, vi como un ex narcotraficante, convicto y confeso, acusado de intentar introducir en la isla cerca de 400 kilogramos de cocaína, hermano de una dirigente socialista de pueblo, muy moralista ella, que no sé ni cómo se llama, se hacía amigo en Facebook de una pág. intitulada “Lanzarote sin Corrupción”… espero que sus miembros, más de 650, sean sólo un poco más inmaculados… vamos, que ni Anthony Burgess en su “La Naranja Mecánica”. Y eso que hoy no tocó ni la historia del anexo a la Cúpula de la F.C.M., ni hemos tratado la reclamación de Hacienda a la fortuna del esteta Saramago, ni hablo de Tomasito, un bujarra que sale por una tele local predicando, cuando está un escalón más abajo (por no ser más que un Mecier de la Florida), en la escala de la degradación, que un pederasta… Feliz verano ¿o estamos en Carnavales? De todas formas no crean, esto es ficción, cualquier parecido con la realidad, incluido nombres, es pura coincidencia. Ahul.
Post Scriptum: No sé si el lenguaje que utilizo está comprendido en el D.R.A.E… y es que la Academia española… me toca los huevos.
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