Menos mal que los 108 policías locales de Telde, aunque en la práctica sean 104, trabajan por turnos. Si no, acabarían peleándose por la única ducha, por cierto, sin mampara, y el único váter habilitado para los 97 agentes que usan el vestuario masculino. Las 7 policías mujeres comparten otra ducha y otro váter, pero tampoco van sobradas. Es su vestuario, el femenino, el que alberga una nevera y un microondas porque el cuerpo policial de Telde no dispone de un local de descanso tipo office.
La Inspección de Trabajo visitó las instalaciones, en el sótano del edificio, junto al garaje, donde estaban los calabozos, y detectó tantas deficiencias en materia de prevención de riesgos laborales que ha instado a su subsanación inmediata. El requerimiento está en manos de Recursos Humanos desde el 1 de marzo de 2018.
Según recoge el documento, de ocho páginas, las acciones más urgentes tienen que ver con las dimensiones, el mobiliario, la ventilación y la escasez de duchas y váteres en los vestuarios. También insta a que se garantice que vehículos y motos de la Policía Local se someten a las revisiones periódicas pertinentes.
La inspectora que acudió a las instalaciones pudo comprobar, explica en su informe, que las dimensiones de los dos vestuarios (femenino y masculino) no son las adecuadas (coinciden por turno 11 policías hombres y 7 mujeres), que solo hay una ducha y un váter para cada vestuario, que la única ventilación llega a través de una ventana tapiada con un tablón de madera, que las ventanas tienen barrotes que imposibilitan una evacuación de emergencia, que no hay un office, y que en el vestuario masculino solo hay una silla. Constató además que los vehículos no están siendo sometidos a un mantenimiento. «La persona que realizaba esa labor se jubiló hace un año y no se ha cubierto la plaza». Solo se llevan al taller por averías, añadió.
Por si no fuera poco, las taquillas son desiguales. Algunas se las costearon los propios agentes.
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