80 aspirantes a hacerse con una plaza de bombero en el Consorcio de Emergencias de Gran Canaria afrontaron ayer la última prueba examinatoria de un proceso selectivo por el que llevan esperando nada menos que seis años. Solo tres personas causaron baja de las 84 que superaron el teórico.
La prueba de ayer consistía en un test psicotécnico y los aspirantes, que se disputan las 27 plazas de bombero convocadas por el Consorcio en 2010, disponían de 4 horas para contestarlo. En puridad, aun les quedaría otra prueba más, que es el reconocimiento médico, y la criba final de la valoración de méritos, pero el de ayer fue en sí el último examen en el que se les instaba a que rindan cuenta de sus habilidades. Este organismo lo forman el Cabildo de Gran Canaria (que es el que más financiación aporta), el Gobierno regional y 19 de los 21 ayuntamientos de la Isla, que son los municipios a los que presta asistencia. La capital y San Bartolomé tienen cuerpo propio de bomberos desde hace años.
Esos 80 aspirantes, que se examinaron en el salón de actos de la sede de la Policía Local capitalina y entre los que figuraban únicamente dos mujeres, han aguantado seis años de idas y venidas, de avances y parálisis, de huelgas y manifestaciones en la plantilla del propio Consorcio de Emergencias, en un proceso de oposiciones que, según denuncian sindicatos como CC OO, puede que ya se haya quedado corto incluso antes de que acabe.
Las pruebas físicas, las primeras que se celebraron y que superaron 167, datan de 2012, y hasta noviembre de 2015 no se le dio un nuevo empujón, con el teórico. Tanto se ha dilatado el trámite que algunos afectados llegaron a interponer un recurso en el que se instaba a declarar la caducidad del proceso, pero que, según fuentes del Consorcio, fue desestimado. Dados estos antecedentes, el equipo que ahora coordina el nuevo consejero del área, Juan Manuel Brito, entiende que, pese a que las cosas no van lo rápido que le gustaría, está cumpliendo con su compromiso de llevar a término esta oferta de plazas. Lo cierto es que la sensación generalizada entre los que ayer optaban a la prueba era una mezcla entre cansancio y alivio, ante la esperanza de que el final esté cerca.
Quizás los que más se la estén jugando sean los 19 interinos que aún siguen vivos en el proceso, porque dos ya suspendieron algunas de las pruebas anteriores. Los hay que llevan 11 años en el servicio y que, de no aprobar estas oposiciones, se podrían quedar sin plaza. En todo caso, buena parte de los que ayer concurrieron al examen tienen ya trabajo o incluso han conseguido plaza de bombero en otras administraciones, pero que no renuncian a sus opciones en esta convocatoria.
Con todo, no son las únicas oposiciones convocadas. También en 2010 se aprobó la oferta de 13 plazas de cabo, para las que hasta ahora solo se ha celebrado una prueba teórica. CC OO defiende que las plazas de cabo deberían sacarse al mismo tiempo que las de bombero y no después, porque si no se da pie a que una misma persona opte y consiga las dos plazas e imposibilite entonces que al final de este proceso la plantilla cuente con 40 trabajadores más, como se pretendía.
Esos 80 aspirantes, que se examinaron en el salón de actos de la sede de la Policía Local capitalina y entre los que figuraban únicamente dos mujeres, han aguantado seis años de idas y venidas, de avances y parálisis, de huelgas y manifestaciones en la plantilla del propio Consorcio de Emergencias, en un proceso de oposiciones que, según denuncian sindicatos como CC OO, puede que ya se haya quedado corto incluso antes de que acabe.
Las pruebas físicas, las primeras que se celebraron y que superaron 167, datan de 2012, y hasta noviembre de 2015 no se le dio un nuevo empujón, con el teórico. Tanto se ha dilatado el trámite que algunos afectados llegaron a interponer un recurso en el que se instaba a declarar la caducidad del proceso, pero que, según fuentes del Consorcio, fue desestimado. Dados estos antecedentes, el equipo que ahora coordina el nuevo consejero del área, Juan Manuel Brito, entiende que, pese a que las cosas no van lo rápido que le gustaría, está cumpliendo con su compromiso de llevar a término esta oferta de plazas. Lo cierto es que la sensación generalizada entre los que ayer optaban a la prueba era una mezcla entre cansancio y alivio, ante la esperanza de que el final esté cerca.
Quizás los que más se la estén jugando sean los 19 interinos que aún siguen vivos en el proceso, porque dos ya suspendieron algunas de las pruebas anteriores. Los hay que llevan 11 años en el servicio y que, de no aprobar estas oposiciones, se podrían quedar sin plaza. En todo caso, buena parte de los que ayer concurrieron al examen tienen ya trabajo o incluso han conseguido plaza de bombero en otras administraciones, pero que no renuncian a sus opciones en esta convocatoria.
Con todo, no son las únicas oposiciones convocadas. También en 2010 se aprobó la oferta de 13 plazas de cabo, para las que hasta ahora solo se ha celebrado una prueba teórica. CC OO defiende que las plazas de cabo deberían sacarse al mismo tiempo que las de bombero y no después, porque si no se da pie a que una misma persona opte y consiga las dos plazas e imposibilite entonces que al final de este proceso la plantilla cuente con 40 trabajadores más, como se pretendía.
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