El pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) estudiará mañana un informe de un grupo de estudio del órgano de gobierno de los jueces que incluye, entre otras novedades, la posibilidad de que se exija un máster universitario y una prueba psicológica para poder acceder a la carrera judicial.
Este informe reúne las conclusiones a las que tras un año de trabajo ha llegado este grupo, formado por tres vocales del Consejo -Félix Azón, Manuel Torres Vela y Miguel Collado-, jueces, fiscales y jóvenes universitarios.
Los objetivos son adaptarse al proceso de Bolonia -reforma con la que desaparecen las licenciaturas y se establecen los estudios de grado, máster y doctorado-, hacer atractiva la incorporación en la carrera judicial a los universitarios y facilitar posibles salidas a quienes no superan el proceso selectivo.
El informe aboga por la posibilidad de incluir el título de máster, que deberá ser reconocido por el CGPJ y el Ministerio de Justicia, como requisito para el acceso a la oposición respecto de los graduados en Derecho para que exista "un plus más de preparación".
Para garantizar una efectiva igualdad de oportunidades se impulsará y fomentará la concesión de becas por los poderes públicos, primando para su otorgamiento el expediente académico.
También se apuesta por practicar cambios en el sistema de oposiciones para lograr que sea intermedio entre lo memorístico y el razonamiento.
Hoy en día quienes acceden a la profesión de juez suelen tardar una media de 13 años (cinco años de licenciatura, seis años para preparar la oposición y dos de prácticas en la Escuela Judicial), tiempo que se considera excesivo y que provoca que quienes aprueban cada vez sean más adultos.
Así, la media de edad de las personas aprobadas en las últimas promociones fue de 29 años en la promoción número 57 y de 30 años en las promociones 58 y 59.
Por ello, en el texto que será sometido mañana a la consideración de un pleno monográfico se aboga por reducir los tiempos medios de preparación de la oposición, así como por racionalizar el temario y adaptarlo a las necesidades actuales de la función jurisdiccional.
Según los datos incluidos en este informe, en la última década se han producido un notable descenso tanto en el número total de opositores a juez y fiscal como en el número de nuevos opositores y así el número total de inscritos pasó de 5.374 en 2001 a 3.779 en 2010.
El estudio mantiene la existencia del test de preselección como una primera evaluación de los conocimientos de los aspirantes, facilitando la selección de los mejores preparados para continuar el proceso.
Para este grupo de trabajo también es fundamental introducir antes del ingreso en la Escuela Judicial o en el centro de Estudios Jurídicos una prueba psicológica sobre personalidad y aptitud para el desarrollo de las funciones judiciales o fiscales, así como que se valore el conocimiento de una lengua extranjera.
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