Una de las razones del gran poder de convocatoria de esta oposición recae en la supresión del límite de edad de treinta años para ingresar en el Cuerpo Nacional de Policía. Esta decisión tomada por el Tribunal Supremo el pasado 6 de junio, tras considerar que la edad no es un requisito esencial para poder desempeñar este oficio, ha abierto la puerta a muchos otros posibles candidatos. "Ahora puedo intentar ejercer la profesión que siempre he querido", explica Carmelo García, de 37 años.
A ello se suma la estabilidad que puede aportar conseguir un puesto de trabajo en el Cuerpo. "Ahora estoy trabajando en una empresa de contratación, pero creo que ser policía, además de que para mí es una pasión, me dará más estabilidad económica", afirma Alexander Arboleda, de 31 años.
Selección
El nivel de los requisitos exigidos para formar parte del proceso selectivo en la Escala Básica del Cuerpo Nacional de Policía facilita el acceso inicial a dichas pruebas. Tan solo es necesario poseer el título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria (ESO), junto con los permisos de conducción de la clase B, A ó A2 y la autorización BTP.
Partiendo de esta base, los futuros opositores realizarán durante seis meses varias pruebas selectivas de carácter eliminatorio. La primera de dichas pruebas será un examen de cien preguntas. Para prepararse son muchos los que acuden a academias. "Vengo a las clases porque aquí me examinan y además me ayuda a tener una disciplina", explica Brenda López.
Los que superen este cuestionario deberán enfrentarse a los ejercicios de aptitud física. "La única forma de superarlos es ir mucho al gimnasio", afirma Juan José Monzón. Posteriormente tendrán que realizar varios test psicotécnicos, además de una entrevista personal. Y por último, tendrán que superar un reconocimiento médico.
Además, los opositores podrán realizar, de forma voluntaria, un ejercicio de conocimiento de idiomas, con el que podrán mejorar hasta dos puntos la nota del examen inicial.
Las dificultades para encontrar trabajo y la estabilidad que supone trabajar para un servicio público han incrementado aún más las expectativas de miles de personas para presentarse a las pruebas.
Muy buen aporte. Considero que en estos tiempos de crisis económica no hay mejor manera de encontrar solución al desempleo que opositar en busca de una labor pública. Ser empleado estatal implica estar en posesión de un trabajo con innumerables beneficios sociales además de una excelente remuneración económica.
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