Una oposición a funcionario es una opción muy atractiva en los malos tiempos económicos, pero escoger la más adecuada es una parte importante del éxito. Para ello hay que conocer factores como su frecuencia, el ratio de aspirantes, y las características del puesto al que dan acceso.
El Centro de Estudios Financieros, especialista en formación para oposiciones, recomienda buscar una acorde con la preparación, y no caer en la tentación de optar a una de inferior categoría y en teoría más asequible. A la larga, "suele ser contraproducente, ya que cuanto menos exigente es un temario mayor competencia existe", señalan. Además, en las oposiciones más duras no se compite tanto con los demás como con el temario, con lo que con una buena planificación y constancia hay más posibilidades de aprobar.
También recomiendan tener cuidado con las grandes convocatorias (a no ser que se adecúen muy bien al perfil del aspirante), porque concurren también un gran número de candidatos. El ratio puede llegar a ser de hasta 5.000 por plaza convocada, lo que convierte a algunas oposiciones en prácticamente una lotería.
Es importante escoger una oposición compatible con las circunstancias personales. Si se pretende compatibilizar trabajo con estudios, muchas de las oposiciones más exigentes quedan excluidas, ya que el nivel de dedicación que requieren es muy superior al que puede tener una persona con responsabilidades laborales.
Existen cuerpos y grados que prácticamente convocan oposiciones cada año o dos, mientras que otros son más esporádicas. Es más prudente decantarse por aquellos cuya convocatoria sea regular, de modo que se pueda diseñar un plan de trabajo. Por último, es importante conocer los destinos y el salario del puesto.
Pensar en la proyección de futuro
Algunas oposiciones, por similitud de temario y por el tipo de actividad profesional asociada a las mismas, pueden servir de puente para realizar en el futuro otra oposición de grado equivalente, inferior o superior, pero dentro del mismo cuerpo o categoría. De este modo, se puede aprovechar la preparación que se ha dedicado a una oposición determinada para, con la adaptación correspondiente, intentar aprobar otra distinta en el futuro.
Y es importante recordar que, se aprueben o no, las oposiciones aportan una gran formación, ya que son tan completas como cualquier máster especializado en la materia, y pueden ser de valiosa aplicación en una posterior carrera profesional en el ámbito privado.
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