Ningún opositor, partido político o sindicato ha cuestionado la legalidad de las oposiciones de Enfermería a las que se presentaron más de 10.000 personas para hacerse con alguna de las 1.095 plazas en liza convocadas este año por la Dirección General de Recursos Humanos del Servicio Canario de la Salud. Sin embargo, las redes sociales e informaciones periodísticas -algunas de ellas de alcance nacional- han servido de plataforma para infundir dudas sobre la rectitud del procedimiento porque la hija de Casimiro Curbelo (ASG), presidente del Cabildo de La Gomera y diputado regional, Almudena Curbelo, fue, junto con una amiga y la pareja de esta última, los únicos opositores que no cometieron ningún error en el examen. Pese a no tener ningún fallo, ninguno de los tres quedó en los primeros puestos de la lista de turno libre. Curbelo obtuvo la duodécima mejor nota y Marta Piñero y Juan Manuel Serván la vigésima y vigésimo primera, respectivamente. Por encima de ellos quedaron posicionados varios sindicalistas ligados a la Asociación Sindical Autónoma de Canarias (Asaca), algo que no ha levantado polémica.
La sospecha de que existieran supuestas anomalías en el proceso selectivo para favorecer a la hija de Curbelo y a su entorno corrió como la pólvora por las redes sociales a partir del pasado 21 de octubre, día en el que se publicaron las notas. O lo que es lo mismo. Más de cinco meses después de la realización de la prueba, que se hizo el 12 de mayo, en plena campaña electoral para las elecciones autonómicas celebradas el día 26 de ese mismo mes.En la anterior legislatura, la Agrupación Socialista Gomera (ASG) fue determinante para dar estabilidad al Gobierno en minoría de Fernando Clavijo (CC), al que apoyó desde el Parlamento. Ahora, en cambio, la formación de Curbelo es una pata fundamental del pacto de las flores que sustenta el Ejecutivo presidido por el socialista Ángel Víctor Torres.
Almudena Curbelo optó en mayo por no responder a siete preguntas mientras que Mirta Piñero y Juan Manuel Serván dejaron en blanco otras ocho. Aunque el resto las contestaron de forma correcta, otras personas obtuvieron una puntuación mayor porque tuvieron más aciertos, algo que compensó la penalización que supone cometer fallos. El examen, tipo test, consta de 120 preguntas a las que se suman otras diez de reserva por si son eliminadas algunas de las primeras por estar mal planteadas o fuera de temario. De hecho, la 28, la 88 y la 115 fueron suprimidas tras registrarse numerosas quejas sobre esas cuestiones, por lo que la 121, la 122 y la 123 fueron activadas. Cada respuesta acertada sumaba un punto y cada error restaba 0,2. La puntuación necesaria para superar la fase de oposición era de 26,3313 puntos, algo que hicieron 8.303 personas: 22 por el turno de promoción interna, 111 por la convocatoria reservada para personas con discapacidad y 8.170 por el turno libre.
Los resultados han sido utilizados para airear unas presuntas irregularidades sobre las que no se han presentado pruebas fehacientes y ni una sola denuncia. Incluso desde las redes sociales y desde algunos medios de comunicación se ha pedido la apertura de una investigación. La Consejería de Sanidad apunta a que la Administración autonómica "siempre defenderá y velará por el cumplimiento del respeto a los principios de igualdad, mérito y capacidad en el acceso a la función pública, actuando frente a situaciones que los vulneren", pero que en este caso no se ha presentado ninguna denuncia por los cauces habilitados para ello. El plazo para presentar una impugnación vence, según señala, un mes después de la publicación de las notas.
Los sindicatos afean que se ponga en tela de juicio las oposiciones y la profesionalidad de los miembros del tribunal coordinador encargado de elaborar el cuestionario -Francisco Pulido, Carmelo Santana, Teresa González, José Álvarez y Carmen Dolores Chinea- sin que haya pruebas. Tanto CCOO como UGT consideran muy complicado que se rompa la cadena de custodia de los exámenes, por lo que creen que será difícil que se pueda aportar alguna prueba al respecto. Los exámenes, una vez elaborados, se guardan en sobres lacrados que se protegen en una caja fuerte de Recursos Humanos del SCS hasta que se envían a las distintas gerencias de las Islas. De este modo, el sobre solo se rompe el día del exámenes.
"Son todo especulaciones y con especulaciones no juego", apunta el secretario general de la Federación de Servicios Públicos de UGT en las Islas, Francisco Bautista, quien pone a disposición de quien tenga pruebas a su sindicato para presentar una denuncia ante la Fiscalía. El secretario general de la Federación de Sanidad de CCOO Canarias, José Alonso Rodríguez, expone, por su parte, que no responder a algunas preguntas para evitar cometer fallos es una "estrategia" habitual entre los opositores. Rodríguez afirma, de hecho, que aunque no sea el caso de estas oposiciones, no tener ningún error es algo que "ha pasado en innumerables ocasiones".
En defensa del examen de Almudena Curbelo, Piñero y Serván se argumenta que el mayo fue "mucho mas sencillo" que el realizado en 2017 porque, a su juicio, "estaba claro que su finalidad era incorporar a personal fijo a aquellos profesionales con experiencia interina y méritos".
Algo que también ha dado pie a la especulación son los cargos que ocupan Almudena Curbelo y Marta Piñero. La primera es directora de Enfermería del Hospital Nuestra Señora de Guadalupe desde el 2 de septiembre y la segunda es supervisora de Enfermería de Atención Primaria de La Gomera desde el día 29 de ese mismo mes. De Almudena Curbelo destacan que cuenta con más de once años de experiencia como enfermera interina y que tiene decenas de cursos. Respecto al puesto que ostenta desde principios de septiembre, se asegura que no tiene complemento salarial alguno y "que es un acto de responsabilidad y compromiso el que le hace optar" al mismo.
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