El Gobierno regional investiga cómo el ya exalcalde de Firgas, Manuel Báez, pudo acceder, suplantando la identidad de su hijo Himar, al aula de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria para presentarse a una prueba de las oposiciones para el Cuerpo de Administradores Generales (Grupo A) de la Comunidad Autónoma de Canarias. El examen se celebró el pasado 16 de diciembre y Báez logró sortear los filtros de las oposiciones y se sentó a realizar un examen para el que no estaba inscrito ni tenía la suficiente cualificación.
El nombre que estaba en la lista de admitidos era el de su vástago. Tras descubrirse la posible suplantación y haberlo negado durante tres días, Báez admitió los hechos el pasado viernes, dimitió como regidor, entregó el acta de concejal y se dio de baja de CC.
Función Pública, dirección general que pertenece a la Consejería de Presidencia, Justicia e Igualdad del Ejecutivo, que dirige José Miguel Barragán, llamará al personal del Gobierno que controlaba el acceso a la sala del examen para intentar esclarecer si hubo contaminación en este proceso, a fin de dar garantías al resto de los aspirantes.
Una de las funcionarias que estaba en la entrada indica que cuando vio la fotografía del DNI, que Báez admitió haber sustraído a su vástago sin su consentimiento, comentó que no se parecía a la persona de la foto pero su compañera lo reconoció como el alcalde de Firgas y el miembro del tribunal de calificación de las pruebas, que se encargaba en la puerta de supervisar el procedimiento y permitir o no la entrada en caso de dudas, no puso objeción a que pasara.
La funcionaria alega que todo fue una confusión. Pensaron que el alcalde concurría a la prueba porque estaba aún edad para presentarse, 64 años, y había más personas de su quinta, y no que lo hacía sustituyendo a su hijo. Manuel Báez era un cargo público conocido y la similitud de los nombres pudo también provocar el error, pues su hijo se llama Himar Manuel Báez. En cualquier caso, la Dirección General de Función Pública quiere analizar si el miembro del tribunal que estaba en la entrada pudo permitir el acceso sabiendo quién era Báez y lo qué iba a hacer o lo desconocía y fue un mero error, pues en caso de que se confirmaran dudas al respecto debería apartarlo de la mesa de selección hasta que se esclarecieran los hechos, ya que aun quedan varias pruebas.
El tribunal de calificación, presidido por Antonio Doreste, también presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, presentó el martes ante la Fiscalía una denuncia contra Báez por un presunto delito de suplantación de identidad de su hijo, castigado con penas de seis meses a tres años de prisión. Fuentes cercanas al tribunal señalan la seriedad y la talla del miembro que estaba en ese momento en la entrada y achacan el acceso de Báez a la confusión. Aunque la entrada está controlada, siempre se ha dicho que en estas pruebas se suelen colar personas, pues son muchos los aspirantes, hay largas colas y con la rapidez para acceder al aula y el tumulto pueden darse este tipo de acciones sin que nadie se percate. A la prueba del día 16 estaban admitidas 240 personas para 61 plazas y no consta ningún incidente.
Los motivos por los que el exregidor - el único de CC en la Isla- se atrevió a suplantar la identidad de su vástago aún no están claros, si bien se piensa que el hijo no tenía interés en presentarse al examen y Manuel Báez decidió sustituirlo ya que en estas oposiciones al Grupo A aunque los participantes -licenciados y graduados- suspendan pasan a una lista de reserva que posibilita que puedan ser interinos.
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