ANTES era un poco más complicado porque había que echar mano de una enciclopedia. Ahora la Wikipedia pone las cosas más fáciles. El término pírrico designa, en su acepción menos conocida, a una danza de la Grecia antigua en la cual se imitaba un combate. Pero esto es para eruditos. La palabra pírrica suele usarse de una forma amplia para designar una victoria conseguida a costa de tantas pérdidas, que hubiese salido más barata la derrota. Algo que le ocurrió a Pirro, rey de Epiro: consiguió vencer a los romanos pero perdió a tantos soldados que exclamó "otra victoria como esta y volveré solo a casa".
Jamás pretendería explicarles estas sutilezas a los miembros de un sindicato, máxime si se trata de un sindicato de la enseñanza. Tan solo me atrevo a sugerirles que una victoria pírrica no significa un triunfo pequeño, sino más bien todo lo contrario a ganar una batalla, o una contienda entera, con todas las de la ley. En cualquier caso, a estas alturas no me sorprenden ciertos deslices culturales, dejémoslo en eso, pero sí el hecho de que unos sindicatos se opongan a que el Gobierno de Canarias convoque plazas de profesores este año. Como lo normal suele ser precisamente lo contrario, es decir, que se proteste porque no se produzca tal convocatoria, me he puesto a indagar los motivos de tan inusual postura.
Pues bien; considera FETE-UGT, la última organización en sumarse a quienes se oponen a la oferta de plazas, que la convocatoria, además de ser irrisoria, "perjudicaría gravemente a los opositores y docentes canarios". ¿Por qué?, me pregunto, considerando que el objetivo de alguien que está preparando una oposición es que le convoquen la plaza. Ah claro: no quiere este sindicato, ni ninguno, que se produzca un "efecto llamada" y concurran también aspirantes peninsulares. Hombres de Dios o de quien sea: eso se soluciona no suprimiendo la convocatoria, sino simplemente poniendo un cartel a la entrada del aula del examen que diga "godos no". O "abstenerse peninsulares", si quieren ser un pelín más correctos. Total...
No obstante, hay algo más. Si el problema tuviese una solución tan fácil seguro que se les hubiera ocurrido a los sindicalistas antes que a mí, ya que en los sindicatos hay gente muy lista. Siempre se ha dicho que los listos viven de los tontos y los tontos de su trabajo. Ese "algo más", a juicio de UGT, es la inestabilidad en la que quedarían los profesores interinos y sustitutos, a los que la normativa actual obliga a presentarse para no ser expulsados de las listas de reserva. No en vano los sindicatos, no solo el citado sino todos, han exigido repetidamente al Gobierno autónomo la modificación de tal norma para beneficiar a estos profesores; incluso -leo en este periódico- han condicionado a dicha reforma su respaldo a la oferta de empleo docente. Lo de siempre.
Estas cosas, vuelvo a decirlo, ni me sorprenden ni tienen por qué alarmar a nadie. La puerta falsa de siempre. Lo que sí me llama la atención es lo que le oí decir a alguien no hace mucho en una emisora de radio. Un profesor universitario magnificaba a los docentes públicos frente a quienes imparten clases en los colegios privados porque estos últimos, sic, eran unos fracasados al no haber superado una oposición. Lástima que no especificase a qué tipo de oposición se refería.
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