La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, a través de una nota de prensa, ha asegurado que el proceso selectivo de la categoría de Celador del Servicio Canario de la Salud (SCS), al que se presentaron 23.161 personas, se ha desarrollado de conformidad con las bases que rigen la convocatoria correspondiente (BOC núm. 127, de 30 de junio de 2010).
Según la Consejería, en el proceso selectivo de referencia, al ser descentralizado, se convocaron plazas por parte de nueve gerencias y direcciones gerencias hospitalarias del Servicio Canario de la Salud, designándose un Tribunal Calificador por cada uno de los nueve órganos convocantes. De conformidad con las bases que rigen la convocatoria, el ejercicio tipo test de la fase de oposición del proceso selectivo fue elaborado mediante sorteo ante fedatario público entre las 900 preguntas –100 por cada Tribunal Calificador– remitidas a estos efectos por cada uno de los nueve Tribunales Calificadores citados.
El Servicio Canario de la Salud ha informado de que, una vez que formalmente se presenten los correspondientes recursos o impugnaciones, y a la vista de la documentación que se aporte, dichos Tribunales Calificadores, que son órganos independientes, resolverán lo procedente de conformidad con las referidas bases.
La nota de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias surge a raíz de distintas informaciones sobre una supuesta filtración de las preguntas del examen de la categoría de Celador del SCS, celebrado el pasado 19 de junio, con la presunta intención de favorecer al personal interino y eventual que trabaja en esta Institución.
A este respecto, el sindicato Comisiones Obreras ha querido negar las acusaciones de un supuesto trato de favor a los interinos del SCS por parte del Tribunal de la oposición. Es más, ha hecho hincapié en que las preguntas presuntamente filtradas se encuentran en los cuestionarios elaborados por dos editoriales especializadas en textos de preparación de oposiciones: CEP y MAD. Según el sindicato, los citados cuestionarios han sido “profusamente” repartidos y estudiados por los opositores desde hace meses, siendo de sobra conocidos por la inmensa mayoría de ellos, fuesen o no trabajadores del Servicio Canario de la Salud.
Se da la circunstancia de que los distintos tribunales de selección de la categoría de Celador, en vez de usar preguntas de elaboración propia para conformar su cupo, utilizaron las de los cuestionarios de las editoriales arriba citadas, con lo cual el examen resultante estuvo basado primordialmente en ellos, tal y como ha explicado CCOO. “Este hecho, si bien revela una cierta desidia por parte de los miembros de los tribunales, de ningún modo puede considerarse ilegal o irregular, ya que el órgano de selección puede obtener las preguntas de las fuentes que estime oportunas”, incide el sindicato.
Según Comisiones Obreras, “la suma de las preguntas de ambos cuestionarios apenas rebasa el número de 650, lo que indica la inutilidad de filtrar nada puesto que, como se ha indicado, todas ellas fueron sobradamente estudiadas y analizadas por la inmensa mayoría de los opositores, incluso en foros de acceso público ubicados en Internet”.
FÁCIL EXPLICACIÓN
La proporción de preguntas que salieron en el examen de entre una relación de 92 divulgada con anterioridad al mismo, tiene fácil explicación desde unos criterios estadísticos básicos, según CCOO. Si el tribunal de selección utilizó para conformar el examen 110 preguntas de CEP y MAD y éstas suman unas 650, el porcentaje de 92 preguntas aleatorias, como las que formaban parte del comunicado repartido en los días previos, que se reflejó finalmente en el examen ronda el 16 por ciento. “El caso del que se hizo eco la prensa revelaba una proporción del 23,4%, unos siete puntos por encima de la pauta normal. Una desviación de siete puntos no justifica desde ningún punto de vista la acusación de filtración y, desde luego, no es prueba, ni siquiera circunstancial, de que la misma se produjera”, agregó la central sindical.
Por todo lo expuesto, es la opinión de este sindicato que la convocatoria “debe seguir su curso y en ningún caso volver a empezar un proceso que ya lleva demasiado retraso y que supondría volver a someter a miles de opositores a la angustia de prepararse un nuevo examen para dentro de muchos meses”.
Lo anterior no es contradictorio con la constatación de que algunas preguntas del examen, por muy diversas razones, puedan ser objeto de impugnación. Éste es un instrumento legal que los opositores tienen a su disposición y que CCOO anima a utilizar en el caso de encontrar irregularidades en ellas.
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