Decenas de aspirantes a una plaza de celador recurren las oposiciones

Os traigo la noticia que ha publicado, La Opinión de Tenerife, escrito po A. M. / M. P. / M. Á. A.:

Decenas de aspirantes a las 413 plaza de celador ofertadas por el Servicio Canario de Salud (SCS) presentaron ayer recursos contra las pruebas celebradas el pasado domingo. Las reclamaciones se produjeron después de que un rumor asegurara que el cuadernillo con la totalidad de las preguntas del examen se había filtrado días antes de la convocatoria y que, incluso, había estado colgado en internet. La escandalera estaba servida. La Consejería de Sanidad asegura que no "hay constancia" de filtración alguna. Los sindicatos, por su parte, están divididos. Mientras CCOO e Intersindical Canaria no daban mucha credibilidad a lo del examen filtrado; UGT, no quería "tirarse a la piscina" mientras no tuviera pruebas de que, efectivamente, se había producido o no el chanchullo.Eso sí, ya adelantaban que si se demostraba, sus servicios jurídicos pondrían toda la carne en el asador para impugnar la celebración de las oposiciones. Los afectados, entretanto, se debatían entre la necesitad de aventar su indignación con llamadas a la radio o con mensajes en las redes sociales y acudir al registro más próximo para presentar un recurso."El proceso selectivo de la categoría de celador del SCS se ha desarrollado de conformidad con las bases que rigen la convocatoria correspondiente", garantizó la Consejería de Sanidad. Según los datos aportados por ese departamento, el ejercicio tipo test fue elaborado con un sorteo ante fedatario público entre las 900 preguntas que remitieron los tribunales calificadores, cien cada uno.En todo caso, el SCS insistía en que serán los tribunales califi cadores, que son órganos independientes, quienes revisen la documentación aportada en las reclamaciones y los que resuelvan conforme a las bases. La Consejería rechazó cuantificar el total de recursos presentados debido a que a la convocatoria se presentaron aspirantes de otras comunidades autónomas que podían presentar su documentación en sus respectivas delegaciones del Gobierno. GandulEl delegado de Sanidad de CCOO, José Alonso Rodríguez, por su parte, consideraba que si de algo había pecado el tribunal era "de gandul". Según él, "lo que se difundió fue una recopilación de 93 preguntas de las que luego salieron 25 en el examen". Pero la explicación que ofrecía es sencilla: "Los examinadores, en vez de elaborar sus propias preguntas, escogieron algunas de las que venían en los cuestionarios de CEP y MAD". Como estas son las dos empresas que elaboran los temarios por los que la gente se prepara estas oposiciones, el hecho de que -si las preguntas se cogieron de sus cuestionarios- cayeran en el examen 25 de 93 es, en su opinión, "cuestión de matemática básica".El sindicato, no obstante, también alberga ciertas sospechas. "Creo que hay gente muy interesada en que se anule este examen", comentó Rodríguez. Es más, se preguntó "por qué, si están tan seguros de que el examen se filtró, no denuncian ante la Fiscalía". Y se respondió: "Porque como la Fiscalía tiene capacidad para rastrear la IP del ordenador de dónde vienen estos documentos interesados, seguramente nos llevaríamos alguna sorpresa, porque no creo que vengan del entorno del tribunal".El portavoz de la Federación de Servicios de UGT, Francisco Bautista, manejaba tra teoría. "Hemos recibido la información de que un notario certificó cuatro días antes del examen que la plantilla del cuestionario, que debía estar cerrada y lacrada, había sido facilitada a algunas personas", dijo. En caso de comprobarse, "impugnaremos porque es una falta de respeto a quienes se presentaron".La portavoz de Intersindical Canaria (IC), Patricia Hernández, también animó a quien "tenga las pruebas" de la filtración a que vaya al juzgado y aseguró que "es lo más responsable". Aunque añadió que "hasta que no se demuestre, la filtración no pasa de ser un rumor", Hernández apuntó a que "si fuera así, lo más oportuno es repetir las pruebas". En cualquier caso, IC sí admite que "como en todos los procesos selectivos", en estas oposiciones ha habido un aluvión de reclamaciones por parte de aquellos aspirantes que no están conformes. En este caso, los opositores "han optado por impugnar una serie de preguntas, curiosamente casi todos las mismas, porque su redacción lleva a confusión". No obstante, puntualiza que "en el caso de que se invalidara alguna pregunta" se recurrirá a las cuestiones de reserva que ya han sido contestadas por el opositor. "Sería raro que tuviera que suspenderse pues sólo ocurrirá en el caso de que se agoten las diez preguntas de reserva", añadió. Entretanto, los 4.700 opositores tendrán que sobrellevar como puedan la incertidumbre sobre su futuro hasta que el lío se aclare.