ALBERTO SAIZ
Las comisarías provinciales de Andalucía (y de toda España) celebraron la semana pasada el día de su patrón. Días de reconocimiento a los agentes y discursos en los que los políticos hacen balance basados en estadísticas interesadas. Pero el malestar entre las plantillas es creciente. A lareducción de sueldo derivada del decretazo del Gobierno, se suma un fenómeno silencioso que se podría comenzar a palpar antes de lo que muchos piensan: el envejecimiento de la plantilla. Las previsiones de que por la crisis no se convocarán oposiciones que cubran las bajas por jubilación, la necesidad económica de seguir trabajando y la previsible aprobación de la nueva Ley de Personal, que aumenta el periodo de actividad operativa de los 55 a los 58 años están detrás de esta tendencia más que probable. Una circunstancia que los sindicatos policiales aseguran que tendrá una incidencia directa en el aumento de la criminalidad.
El responsable en la comunidad del Sindicato Unificado de Policía(SUP), Manuel Espino, explicó que la previsible aprobación de la nueva norma de personal, «y el cerrojazo de la crisis, provocará que no entrarán ni la mitad de agentes de los que se jubilan».
«En dos o tres años se producirá una reducción de las plantillas y posiblemente nos aproximemos a los niveles de déficit de policías que había a comienzos de 2000», señaló Espino, que alertó de que el «envejecimiento» de la Policía Nacional a corto y medio plazo es una realidad. Los sindicatos policiales coinciden al afirmar que el aumento de la edad operativa de los 55 a los 58 años no deja de ser un mecanismo con el que el Gobierno va a tratar de paliar la llegada de nuevos agentes.
Segunda actividad
Fernando Pérez, delegado en Málaga de la Unión Federal de Policía(UFP) profundizó en esta cuestión y señaló que en la actualidad un agente puede pasar a segunda actividad a los 55 años, y que ésta puede ser con destino o sin destino. En el caso primero, el agente sigue manteniendo el sueldo, mientras que en el segundo, la nómina se reduce entre 300 y 400 euros mensuales. Según Pérez, este hecho está llevando a los agentes a continuar en el cuerpo, en puestos no operativos, pero que esa circunstancia cambiará cuando se amplíen los tres años que pretende el Ministerio del Interior.
«Al continuar, los policías tenemos que ser conscientes de que estamos favoreciendo lo que en el fondo promueve el Gobierno, que no es otra cosa que prolongar la vida operativa de un agente para cubrir la deficiencia de personal», apuntó este delegado sindical, que incidió en la necesidad de seguir manteniendo las ofertas públicas de empleo que se han realizado en los últimos años.
El delegado en Andalucía occidental de la Confederación Española de Policía (CEP), Fernando Ramón Calderón, destacó que a los sindicatos «no se nos ha dicho cómo se va a determinar el estado psicofísico de los agentes» y se preguntó «¿alguien se imagina a un policía de 58 años corriendo detrás de un chorizo de 20?».
Manuel Espino prosiguió en esta idea e hizo hincapié en el hecho de que se puede producir un retroceso en la «labor preventiva» que se logró potenciar con el aumento de las plantillas y la mayor presencia de agentes en las calles. Los representantes sindicales coinciden en afirmar que los actuales niveles de efectivos son óptimos y que las plantillas están cubiertas en la mayoría de los casos al 90 por ciento, «otra cosa es que el actual catálogo de trabajo —de 2009— no ha cubierto las expectativas», precisó el delegado de la UFP.
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